viernes, 5 de agosto de 2011

¿Sueñan los androides con ovejas electricas?


...A esas alturas de la feria fue cuando reparé en la figura (Sarah ponía en su etiqueta identificativa) que acompañaba a la señora y me di cuenta de que bajo la  sencilla sobriedad de su vestimenta y su silencio se escondía una chica guapa, una bonita sonrisa de mi edad. Charlamos los tres, un poco de esto y de aquello, y así supe que vivían a las afueras, en lo que ellas llamaban “Northshire”, en una especie de granja-comunidad; la chica me dijo que no tenía ordenador, mp3 ni movil pero sí una cámara de fotos cuyo carrete revelaba una vez al año, por su cumpleaños (¡!); también me dijo que no solía venir demasiado por la ciudad, que la ciudad cambiaba a las personas.
Le pregunté por sus amigos, ¿y que hacéis allí?... (lanzar piedras? concursos de ordeñar vacas? Pensé yo), entonces me habló, con cierto entusiasmo, de a qué dedicaban el día, sus obligaciones y diversiones. Finalmente le pregunté que si era feliz allí, pregunta indiscreta e inapropiada esta para dos desconocidos, pero entiéndeme, era gente que yo tenía por un poco pirada y a la que esperaba no volver a ver en mi vida; aun así ella, educadamente, respondió, y reconozco que su respuesta fue sincera y rotunda.
Terminada la segunda taza de té, café para mi, las acompañé a la puerta, agradecí su “visita” y me despedí de ellas "asegurándoles" que ojearía el panfleto informativo que me habían dejado.

Cerré la puerta.
Parecían buena gente, y no es que anduviese yo pensando en convertirme a su pseudo-religión, pero, al menos, no me habían descuartizado en mi propia casa, y eso decía mucho a su favor. Pensé en todo a lo que Sarah estaba renunciando pero también en que su forma de vivir no hacía daño a nadie.

La imaginé a la moda, caminando con prisas por una gran avenida con un i-pod y hablando con una amiga por el movil sobre el tio con el que se había liado la noche anterior y, la verdad, es que en mi cabeza no parecía más feliz que en el sofá de mi salón con una taza acariciándole los labios. No se si su felicidad y alegría eran reales o inventadas, si se las imponía su fanatismo o eran fruto de su vida sencilla...
Tampoco se como le irá, pero ella era, es, un ejemplo de que otras formas de vida son posibles; Que son escasas, y que para nosotros, seres domesticados en la modernidad, son difíciles de entender. Ya nos es difícil enmendarnos, aprender a vivir sin ser esclavos de nuestro movil u ordenador, de la dictadura estética, social o laboral a la que estamos sometidos; pero, a veces, nuestra actitud puede redimirnos de esa esclavitud y de la “libertad” con la que nosotros mismos nos esclavizamos.
Siempre se puede uno emboscar y defender esa emboscadura con palabras y acciones.


Horas después salí por ahí a tomar cervezas con unos amigos, a la tercera o cuarta, eché un vistazo a mi alrededor y me pregunté por qué se supone que la mayoría siempre tiene la razón y si no éramos todos nosotros, y no Sarah, los que estábamos renunciando a cosas realmente importantes.




martes, 5 de abril de 2011

La fotografía.

Las fotografias recuerdan algun momento, algo que se quiere recordar o contar, algo bonito o que no se debe olvidar para que no vuelva a suceder; puede ser arte,  información o degeneración... Pero no solo carne de facebook, una situación, un momento y mil fotografias ¿qué sentido tiene?, ¿cuantas fotos se hacen al día?, ¿cuantas llegas a tener realmente?. Cada foto debería ser algo especial, no un homenaje a la tecnología absurda y mal utilizada. Una historia contada; que perdiste varios días de tu vida en un aeropuerto porque un volcán entró en erupción, que no tienes nada que perder y no crees en la autoridad ni el poder, que eres una victima del sistema que tu mismo ayudaste a crear, o que tu padre murío en otro país por aquello en lo que creía o solo cumpliendo con su deber...



Autor:Luke MacGregor


Autor:Alejandra Bartoliche


Autor:Andrew Winning



Autor:Kieran Doherty



Si nosotros encontramos aquel momento, si encontramos la alegría,si encontramos las palabras... deberiamos haber grabado todo eso en cemento fresco.Pero esos días se han ido y ahora solo tenemos fotos, una rueda giratoria y algunos restos de cartuchos de escopeta.
no, nadie nos dijo que las cámaras estaban aquí con todos sus flashes y sus cables
no, por favor, que alguien nos salve!!


domingo, 27 de marzo de 2011

El principio.



La otra noche volé hasta Denton, Texas; aprendiendo a no prejuzgar a nadie por su forma de atarse los cordones, encontré monstruos mas allá de las cartas nauticas conocidas y me solapé a mi mismo anteponiendome a los demás ocupando el último lugar de una fila eterna.
Volví a re-aprender a que sabe el tacto de tu ropa y supe a que huele el sonido insoportable del arte casi perfecto e insatisfecho, estando solo entre nadie pero sientiendote a ti más cerca que nunca... me acordé de todos vosotros, de a que suena el tabaco, y soñe con teneros a mi lado. Quise ser mejor persona que ese ser rastrero al que le pongo, le ponemos, máscara camino del coma sideral.

Mientras entra el viento de costado parece la nave ingobernable, y como siempre el mar devora a los prepotentes y a los imbeciles cuando, a veces, siempre, se peca de imbecil, de soberbio, de incredulo... de envidia, de tristeza o de grandeza y otras veces se baja al cielo por menudeces sin sentido. Pero ¿sabes?, la calma es violenta y la defensa legítima; y mientras el mundo gire al revés no claudicaré, entre carpas de lago, de circo, de troyas perdidas ardiendo de sueño y granizado de limón... yo renaceré como el fenix... porque la felicidad no está al final, la felicidad está en el sacrificio y la trinchera; eso hace que todo valga la pena.

Y como se suele decir, mientras halla abanderamiento de un asta de alto maderamen rematado de un pararrayos con cien culebras eléctricas y una lluvia de estrellas flameando en su lienzo de espacio, iconoclastia, antiuniversaritarismo, y la luna reciba pedradas en la cara la esperanza seguira viva.

Pero...¿Y si esto no fuera vorticismo futurista?