jueves, 31 de enero de 2013

El lado bueno de las cosas.


Siempre suelo decir que el trabajo es trabajo y por ello debe estar pagado, aunque hay determinados esfuerzos que sin ser recompensados más valen que el que realizan algunos a cambio de dinero.

Hay quien no valora lo que haces, quizás solo es solo infravaloración emitida desde el desconocimiento, o tal vez solo una mala percepción de lo que significa estudiar a largo plazo porque nunca se ha hecho sin examenes a la vuelta de la esquina. "Bah! solo es estudiar...".
Tú a penas tienes días libres y no cobras ni un centimo por aquello a lo que dedicas ocho o más horas diarias, sin embargo hay quien dirá que eso no es lo mismo que trabajar... y por supuesto que lo tuyo es trabajo; un trabajo no recompensado a corto plazo pero que sin duda tiene un objetivo concreto, una meta, un final... tu final feliz.

Tal vez esto no sirva de mucho, solo pretendo animarte a continuar, a ser más fuerte y a creer que cada día que pasa el final está un poco más cerca, que las guerras se componen de pequeñas batallas y que la tuya se asemeja a otra de tus creaciones de costura; que solo debes ir poco a poco con la paciencia que le das a cada puntada, reforzando las costuras de apoyo en los hombros y rematando los encajes... y algun día cuando mires atrás quizás veas que alguna puntada se torció un poco o que algún hilo quedó suelto, pero si la cuelgas de la puerta de tu armario y la miras a un metro de ti verás con una sonrisa de satisfacción que con esfuerzo y mimo, por fin, habrás terminado tu flamante toga de colores. 

Ni los 88 maníacos nos podrán detener... jaja. 

martes, 15 de enero de 2013

A capa y espada.


“Gobernar a base de miedo es muy eficaz. Si usted amenaza a la gente diciéndoles que les va a degollar, y luego no les degolla, entonces les puede azotar y explotar. Y la gente dice “bueno, no es tan grave”. El miedo hace que no se reaccione. El miedo hace que no se siga adelante. El miedo es, desgraciadamente, más fuerte que el altruismo, que la verdad, más fuerte que el amor. Y el miedo nos lo están dando todos los días en los periódicos y en la televisión”.
José Luis Sampedro

Hace unos días una comerciante del casco antiguo nos comentaba que el miedo (generado) le estaba haciendo mucho daño a su negocio y sus ventas, y razón no le falta. Asumido un modelo económico no se puede basar una solución en la norma contraria a dicho modelo; y si eso se hace es porque, sin duda, alguien se beneficia de ello.

También existe otro extremo, aunque quizás este es menos preocupante; el hiperpositivismo que ahora todas las compañías nos intentan inculcar en anunciós y publicidad, el "tú puedes", el "los límites los pones tú",  el "puedes hacer todo lo que te propongas"... por supuesto que hay que tener una actitud optimista, pero eso no nos puede dejar caer en el positivismo exacerbado e inconsciente porque el paso siguiente a no conseguir aquello que te prometieron que conseguirías es la frustración, el miedo al cuadrado y el prozac; de manera que creo que hay que ser lo que yo llamo realista combativo, calcula tu fuerza, analiza tu entorno y defiendete. Se que muchos no estarán de acuerdo conmigo y mantendrán que el positivismo extremo es la mejor manera de plantearse el futuro, pero qué quereis que os diga, yo no tengo la verdad absoluta en nada y opiniones hay todas las que querais, yo solo digo que hace falta un poco de calma en los que nos veden humo.

Alguien con quien navegué varias veces decía que ante la tormenta, el pesimista se queja del viento, el optimista espera a que el viento cambie a mejor y el realista ajusta las velas para navegar de la mejor manera posible; la frase me da a mi que no era suya, pero el significado no deja de ser el mismo.

En cualquier caso, ya seas optimista, pesimista o realista intenta arriesgar en cualquier sentido, ese será el peor de los daños que puedas infligirle a quien tu miedo beneficie... y tu sonrisa será la mayor de las ofensas.