jueves, 17 de octubre de 2013

Las cien puertas abiertas.



Por su forma de hablar diría que es mora, la miro con disimulo y veo que efectivamente sus rasgos, sus manos y su indumentaria tienen algo de bereber; también diría que es guapa. Cubierto su pelo por un pañuelo azul esta chica habla con otra que es más de aquí que el Colacao. Esta última habla con bastante resentimiento sobre "vetetúasaberquién"... tras el chaparrón que le cae a esa persona, a la que no conozco, y que me trago de pé a pá sin yo quererlo, pañuelo azul responde, "... pues conmigo siempre se ha portado muy bien, y no creo que al ser tan educada pretenda, como dices, quedar por encima de los demás, yo creo que cuando eres educado lo único que haces es mostrar tu respeto por la persona que tienes delante, no?, solo se trata de ser agradable... no se... eso me decía mi abuelo y eso es lo que yo creo...".
La del Colacao se queda pensativa, mira al suelo como un borrico miraría un rayo laser, como si le acabasen de enseñar que su casa tiene una ventana que nunca antes había visto, tratando de comprender lo que le acaba de decir su amiga... Suena un pitido, "venga!que nos toca"; las dos se levantan y pañuelo azul le regala una sonrisa a la señora mayor que tiene a su lado a modo de despedida; yo sonrío también para mi, divertido por ver como varios clichés se rompen en pocos segundos, asombrado por ver que hay gente que piensa que los modales son cosa exclusiva de un determinado grupo de personas, sorprendido de que alguien pueda verlos como algo negativo, y alegre de comprobar que en esta materia más de un "poderoso" y un "estiraíllo" tendría mucho que aprender de una humilde "reina" berberisca.




No hay comentarios:

Publicar un comentario