lunes, 29 de agosto de 2016

Vivir deprisa.




"Instagram, twitter, Facebook.,."



Subtítulos habilitados en la barra de reproducción.


Recordatorio.



¿Cual es tu excusa, las agujas o que no tienes tiempo?

Dona sangre!




sábado, 27 de agosto de 2016

Ser o no ser.



Me cuesta reconocerlo pero hace unos días le hice una foto a la comida...

Ya es frecuente que andemos sin mirar por donde vamos y malgastemos gran parte de nuestro tiempo con el wasap y sus historias, pero la modernidad ha traspasado los limites de la propia temporalidad para instalarse en los del existencialismo; si no se fotografía y difunde, si no se cuenta en redes sociales, no ha pasado. Se hacen fotos a millares, no por el deseo de inmortalizar el recuerdo que queremos conservar sino por mostrarle al mundo que estamos allí, que lo hemos hecho, que existimos, que respiramos... para que los demás nos puedan ver y competir con ellos en "felicidad"... cuando esto parece solo reflejar la necesidad de autoconvencernos de lo felices que somos y la incapacidad de sentirnos seguros de nosotros mismos.

Una mañana luminosa vi a una chica parada en mitad de la calle con el mar a su espalda haciéndose un selfi; sonreía como si le fuera la vida en ello y yo creí que realmente estaba disfrutando de aquello, del mar, de la catedral, de miles de años de historia y la mañana tranquila...no había acabado de perder el movil la verticalidad cuando la sonrisa desapareció, se perdió con ojos tristes en el fondo del bolso donde acabó el aparato, No miró el mar, no miró la catedral, solo el suelo al caminar.

Así son las cosas ahora, difundir para existir, difundir para ser y parecer; y yo cada vez tengo más claro que, y esto no me hace mejor que a nadie, "no me interesa existir".

Estas últimas semanas he vivido también, he hecho cosas que muchos quisieran y tengo fotos,claro, que desde las paredes mi casa me recordarán la suerte que tengo; sin nadie con quien competir, sin nadie a quien rendirle cuentas.



Jaque al Rey.



Hace calor y entro al Mercadona del pueblo a buscar agua. En la puerta hay una pareja tirada junto a varios cascos de cerveza vacíos pidiendo dinero a todo el que entra, tienen allí sus mochilas, camisetas con mensajes socio-combativos y un aparente desprecio hacia la higiene que deben haber paseado por la noche de fiesta que se pegaron el día anterior. Al salir veo junto a la puerta, cerca de la  pareja, a un joven esperando. Veo que cuando alguna persona mayor sale con algo pesado él se ofrece a cargar con todo lo que puede; le veo acarrear varias bolsas y un par de garrafas de agua y llevarlas hasta el parking... ofrece lo que puede o lo que le dejan ofrecer, no pide limosna, parece no querer nada que el pueda ganar;hace mucho calor como decía y este hombre vuelve a su puesto, firme bajo el sol para ganar algo de dinero (en la entrada no hay sombra pero es por donde pasan los clientes); mientras, la entrañable pareja se arrastra y fuma a la sombra.
Que esto está mal montado, cierto, que hay quien nace alfil y quien nace peón, más que cierto, que hay cosas que cambiar, de acuerdo; pero ya te haya tocado ser torre, alfil o peón siempre estarás amenazado, y mientras unos deciden darse por vencidos antes de empezar, o dejar que las otras piezas les den cobertura, otros deciden pelear, avanzando, casilla a casilla, como ese peón negro que avanzaba silencioso, en la puerta de un mercado, buscando su oportunidad.



miércoles, 24 de agosto de 2016

Lenguaje laboral.




Know how = Conocimiento
portfolio = cartera de productos
Meeting = Reunión
Conference = Llamada
Manager = Director

...
etc
...
...

y así somos más globales, más actuales, todo es más cool, 2.0 y empresarial.

"y así de lejos esta el mundo de donde estoy yo, a solo un mal día."

F"ó"ck off!



miércoles, 6 de julio de 2016

La pluma y la espada.




"...decidles que os engendraron libres
y libres nacisteis
y que vuestras madres tristes
también libres os criaron."

                                                      Miguel de Cervantes.

viernes, 6 de mayo de 2016

Decrecer para "crecer".






Usted habla que no hay que crecer por crecer, igual que no hay que decrecer por decrecer, ¿en qué deberíamos crecer y en qué decrecer?
Hacer crecer la felicidad, mejorar la calidad del aire, poder beber agua natural potable, comer carne sana, que la gente pueda alojarse en condiciones aceptables… Vivimos en una sociedad del desperdicio que genera numerosos desechos, pero donde muchas de estas necesidades básicas no están satisfechas. Salir de la ideología del crecimiento supone una reducción del consumo europeo hasta alcanzar una huella ecológica sostenible, esto supone reducir en un 75% nuestro consumo de recursos naturales. Pero no somos nosotros los ciudadanos los que debemos reducir nuestro consumo final, sino el sistema. Por ejemplo, el 40% de la carne que se vende en los supermercados va a la basura sin ser consumida. Esto conlleva un desperdicio enorme y una alta huella ecológica. En un país como España, hasta el año 70 la huella ecológica era sostenible, y si todos hubiesen seguido viviendo como los españoles de aquel entonces tendríamos un mundo sostenible. Sucede que los españoles no han pasado a comer el triple de cantidad, sino el triple de mal. En la década de los 70 las vacas todavía se alimentaban de hierba pero ahora comen soja, que se produce en Brasil, quemando la selva amazónica; después es transportada 10.000 kilómetros, se mezcla con harina animal y se hacen piensos con los que las vacas se vuelven locas. Por tanto la huella ecológica de un kilo de ternera hoy supone 6 litros de petróleo, y pasa igual pasa con la ropa y con el resto de bienes. Vivimos en la sociedad de la obsolescencia programada, cuando en lugar de tirar deberíamos reparar y de esta forma podríamos decrecer sin reducir la satisfacción.

                                                                                                          SERGE LATOUCHE


El turista.





Es de uso común y creencia generalizada defender el turismo como modelo económico; da dinero y genera empleo dicen, pero nadie se pregunta a costa de qué. El turismo no es necesariamente malo pero si que destruye la esencia de las ciudades. Quizás el ejemplo más claro de esto es una Venecia sin venecianos, ¿quien querría vivir en un parque temático de ruido, carteristas, y puestos de "recuerdos"?... el turismo da dinero, sí, pero también consume y destruye la identidad de los lugares, sus tópicos y su atmósfera.
Ya es bastante triste que los centros de todas las ciudades del mundo sean calcos los unos de los otros, con sus Mc Donals, ZARA...etc... lugares "muertos", sin alma, pero llenos de "vida" ruido y luces de colores. Los lugares emblemáticos de cada ciudad son conquistados por oleadas de gente con cámara de foto que hace cola en museos para ver cosas que probablemente no sean capaces de comprender o valorar, y que están ahí simplemente porque es "lo que hay que ver", personas que se van a otros países a comprar productos de marca porque son más baratos allí... resultado de la conjunción perfecta de hombre masa y low cost.
Basar la sostenibilidad de una ciudad en el turismo es huir hacia adelante simplemente porque da dinero; lo natural, no digo lo lógico, sería proteger la cultura, la historia y a las gentes del lugar, fomentar el turismo como presentación ante el mundo de lo que somos, de lo que fuimos, y no como motor económico de nada.
Un modelo económico se debe basar en ser productivo y eficiente que no es lo mismo que ser un engranaje más en la maquinaria del presente que se mueve deprisa y todo lo reduce al valor fluctuante del dinero.

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Como una roca.




Quizás el mayor logro de la modernidad y la mayor de nuestras derrotas sea el individualismo inoculado en la sociedad. Perdido completamente el sentido de la colectividad el ser humano deja de ser-humano para convertirse en individuo y roto el sentimiento de comunidad se pierden los objetivos comunes.
Una gran ciudad es el mejor lugar para ser consciente de esto, aquí cada uno va a lo suyo y los problemas de los demás son eso, de los demás... futbol, tele, casa, coche, centro comercial y yo a lo mio.

Por suerte no creo que nosotros seamos así, por suerte tus cortes me duelen a mi también y aunque a veces recibamos golpes seguimos en formación. Ya sabes que como en el cuento "esto también pasará" y cuando pase seguiremos ahí para reír y celebrar. Adelante!!




Kérex.





Aquí hay de todo, aquí hay humo, asfalto, cristal y queroseno.



jueves, 7 de enero de 2016

Las sirenas no existen.



Recuerdo a mi madre todos los 31 de diciembre, poco después de tomar las uvas, abriendo las ventanas de la casa para escuchar como los buques fondeados en puerto rompían el silencio de las calles vacías con su señal. Era algo que desconozco si sucedía en todas las ciudades porteñas del mundo o solo en la nuestra; era algo bonito,tradición que nos hacía sonreír.

Hace varios años que las sirenas no resuenan para darle la bienvenida al año nuevo. Quizás es la crisis la que ya no permite que los buques arriben a puerto, o simplemente es que alguien dejó de molestarse en  hacerlas sonar. Sea como fuere, mientras nosotros esperamos en la terraza,cada año con menos esperanza, el sonar de las sirenas, no puedo evitar imaginar al capitán en el puesto de mando, "tablet" en mano, felicitando el año a través de twitter mientras la tripulación envía por "wasap" gilipolleces y felicitaciones pre-cocinadas.

Se que a nadie le importa pero para mi madre y para mí significaba algo.
Que le vamos a hacer... solo es una cosa más en  la que dejar de creer, un paso más  hacia la destrucción de los detalles, una cosa menos en la que creer de las muchas que teníamos y las pocas que nos quedan. Solo es una cosa menos en la que creer... y, aunque, en las extrañas formas del mar, alguna vez las intuí nadando curiosas a mi estribor, ya no creo en sirenas y, visto lo visto, quizás sea lo mejor.
A pesar de todo cada año se abrirán nuestras ventanas, por si algún día quieren regresar.