Las nuevas tecnologías han agilizado y facilitado mucho nuestra actividad, pero también nos han hecho tecnopedendientes limitando así nuestra capacidad de autogestión.
Asumiendo que hoy en día es casi imposible dar la espalda a todo esto, aunque solo sea por motivos laborales, solo nos queda intentar minimizar su impacto y hacer un uso adecuado de esa tecnología.
Todos nos hemos visto alguna vez en una situación así, ya sea de uno u otro lado:
Del mismo modo que no deberíamos juzgar para no ser juzgados también debemos no olvidar a los demás para no caer en el olvido.
Parecen tonterías, no lo son.
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