martes, 5 de marzo de 2013

Una gota más.

Duelos de la historia argentina….machos eran los de antes!

Si lees la prensa y ves el telediario te mosqueas. Te dan ganas de quitarte el guante y exigir satisfacciones a florete o 20 pasos a quien crees culpable.

El patio está muy revuelto y como dice aquel "la cosa ehtá fatá", paro, corrupción, desánimo a mansalva, subida de impuestos, presión a la pequeña y mediana empresa con su consiguiente destrucción... y el mayor de los problemas es que la mayoría de la gente está asustada; asustada porque no ve que nadie de respuesta a sus inseguridades, no ve que nadie coja el timón de la nave y diga "esto por aquí y esto por aquí señores". El gobierno no te va a ayudar, las agrupaciones de empresarios no te van a ayudar, y los sindicatos mayoritario es evidente que tampoco... de esos mejor ni hablar.

Pero es en mar de fondo y nubes negras cuando aparecen personas de tu entorno que de forma desinteresada tratan de sacar del agua o lanzar salvavidas a quien lucha a brazo partido con las olas. Todos tendemos a ayudar a los nuestros, es lo normal, es el sentimiento de manada; pero depende de donde te encuentres y el "poder" que tengas algunos pueden hacer un poco más que otros. también hay quien pudiendo hacerlo aparta el hombro pero estos no son los casos que conozco. Entre varios están en Londres quien ha "arrastrado" a muchos a currar a una multinacional dándoles una humilde oportunidad a cambio de cambiar radicalmente sus vidas en un país extranjero; y en Madrid está quien ya se ha llevado varias vidas a la capital a buscar fortuna y además siempre que puede distribuye y encarga "trabajitos" por el sur, sin pedir nada a cambio, sin fanfarronadas ni golpes de pecho sobre su elegante y femenino estar. Son dos ejemplos entre muchos otros, pero son los que vi más de cerca.

Este corporativismo social es muy importante hoy en día que para muchos encontrar trabajo es una lucha titánica, para quien quiere trabajar de lo que sea y ni siquiera así obtiene respuestas...
Como decía antes nadie nos va ayudar, así que ¡Que les den a todos! nosotros sabremos salir airosos, juntos, y cuando alguno desfallezca seremos ciento a su lado, con desafiante sonrisa, para sostenerlo en pie.

Sirvan estas letras para agradeceros a todos los que hacéis por los demás lo que en vuestra mano, más o menos, está. Un abrazo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario