lunes, 17 de diciembre de 2012

El Dandy Rural.



El dandy rural (o DR) es el más dandy y a la vez más rústico de los miembros de las llamadas tribus urbanas. Inconformista, tosco, elevado de espíritu, con su puntito serio y su puntito hortera, su soez ojo crítico... son cualidades que han de abundar en todo aquel que guste de considerarse "dandy rural". Es inconformista porque quiere cambios, quiere justicia social, quiere progreso... pero también tradición como explicación de su propia existencia.
Es tosco, porque no duda en expresar sus opiniones y defender sus argumentos empleando un amplio, rico y a veces arcaico léxico trufado de metáforas chocarreras, alegorías vulgares al oído del urbanita, y referencias rústicas. Es elevado de espíritu, porque se propone hablar con Dios, comprenderle, enfadarse con Él si disiente de los proyectos del Altísimo, se propone comprender sufriendo si hace falta. Tienen su puntito serio, porque considera que hay cosas de las que uno no debe burlarse, porque cree que no hay que ostentar, porque cree que lo que su parentela le ha enseñado a través de décadas no tiene por qué ser malo o un ancla para el desarrollo de su personalidad. Su puntillo hortera se aprecia sobre todo en sus gustos musicales, y en su atavío. Una vestimenta ciertamente sencilla y fundamentalmente barata, sin ostentaciones cromáticas ni adornos superfluos, basada en la tradición del pueblo, en el gusto por lo proletario de inicios del siglo XX. Es hortera, pero sin pasarse. No considera extraño llevar tirantes, ni rebecas finas cubiertas por americanas de colores oscuros. Ni llevar gorra de tipo inglés. Lo ve como algo completamente normal. Elegante, pero/y rústico. Un rusticismo no sólo léxico, sino gestual, de costumbres, de humor. El Dandy Rural  prefiere las letras a los números, las personas a la gente, la buena fe a la mala.
El dandy rural sólo sonríe por dentro.

Texto gratamente encontrado por casualidad en:
somosalmasautomaticas.blogspot.com.es




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